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Arquidiócesis de Bari-Bitonto


Arquidiócesis de Bari-Bitonto


La arquidiócesis de Bari-Bitonto (en latín: Archidioecesis Barensis-Bituntina y en italiano: arcidiocesi di Bari-Bitonto) es una sede metropolitana de la Iglesia católica en Italia que pertenece a la región eclesiástica de Apulia. Fue creada en 1986, cuando la histórica diócesis de Bitonto fue subsumida en la arquidiócesis de Bari.[1][2]

En 2018 había 739.533 bautizados de 752.923 habitantes. Desde 2020 está regida por el arzobispo Giuseppe Satriano.

Santos patronos

Los santos patronos de la sede son Santa Maria Odighitria, San Nicolás de Bari y San Sabino.

Territorio

La arquidiócesis incluye 21 municipios de la ciudad metropolitana de Bari: Adelfia, Bari, Binetto, Bitetto, Bitonto, Bitritto, Capurso, Casamassima, Cassano delle Murge, Cellamare, Gioia del Colle, Grumo Appula, Modugno, Mola di Bari, Noicattaro, Palo del Colle, Sammichele di Bari, Sannicandro di Bari, Toritto, Triggiano y Valenzano.

La arquidiócesis limita al oeste con la diócesis de Molfetta-Ruvo-Giovinazzo-Terlizzi, al sur con la diócesis de Altamura-Gravina-Acquaviva delle Fonti, al sureste con la diócesis de Castellaneta y al este con la diócesis de Conversano-Monopoli.

La sede arzobispal es la ciudad de Bari, donde se encuentra la Catedral de San Sabino. En Bitonto se encuentra la concatedral de San Valentino.

La sede arzobispal es la ciudad de Bari, donde se encuentra la catedral de San Sabino. En Bitonto se encuentra la Concatedral de San Valentino.

Historia

Arquidiócesis de Bari

El primer obispo conocido de Bari fue Gervasio,[3]​ o Geroncio,[4]​ que, en fecha entre 342 y 347, estuvo presente en el Concilio de Sárdica, en la diócesis de Dacia. Mientras que Geroncio, era en realidad de la ciudad de Berea en Grecia,[5]​ no existe registro de Gervasio o de Bari, en el Concilio de Sárdica.

En 465 fue Concordio quien participó en el sínodo romano: según Lanzoni, Concordio fue el único obispo históricamente cierto de Bari en los primeros siglos del cristianismo.[6]

En 530, con el obispo Pedro, se especula que la diócesis fue elevada al rango de arquidiócesis metropolitana sujeta al patriarcado de Constantinopla bajo Epifanio, obispo de Constantinopla y patriarca Ecuménico.[7]​ Sin embargo, en el siglo VI, los obispos de Apulia estaban sujetos directamente al pontífice romano. No sería hasta después de que los patriarcas bizantinos recuperaran su control de Calabria y Apulia, cuando Bari se convertiría en arzobispado, y esa situación cambió cuando los normandos invadieron Calabria y Apulia en el siglo XI y devolvieron las iglesias de Calabria y Apulia a la obediencia romana.[8][9]

Desde el siglo VIII al XI, la arquidiócesis de Bari, bajo el dominio directo de Constantinopla, adoptó el rito bizantino, del que quedarán huellas hasta el siglo XVI. Junto con el rito bizantino, el calendario litúrgico de la Iglesia de Bari recordaba y celebraba a los santos de Oriente según el calendario bizantino. En la catedral de Bari estuvo en uso el latín y el griego hasta el siglo XX para enunciar el Evangelio y las Epístolas.

En 780, el obispo Leoncio estuvo presente en el Segundo Concilio de Nicea.[10]

En el siglo IX, tras la devastación llevada a cabo en Apulia por los sarracenos, la ciudad de Canosa (Canusium) fue destruida y Angelario, obispo de esa ciudad en 844, llegó a Bari trayendo consigo las reliquias de los santos Rufino, Memore y Sabino. San Sabino se convertiría más tarde en patrón de la diócesis de Bari. El pontífice Sergio II confirió a Angelario el título de obispo de Bari y Canosa, título que los arzobispos de Bari mantuvieron hasta la reciente reorganización de las diócesis en 1986.[11][12]

En 933 el papa Juan IX concedió el uso del palio al arzobispo de Bari, y en el cambio de siglo se terminaron todos los lazos con Constantinopla, en favor de los que unían con Roma.

El arzobispo Bisanzio (1025-1035) obtuvo del Papa el privilegio de consagrar a los obispos de las sedes sufragáneas. También se inició la construcción de la nueva catedral dedicada a San Sabino, y continuada por sus sucesores, Nicolo (1035), Andreas (1062) y Elías (1089) de la Orden benedictina, hasta que fue destruida en 1156 por Guillermo de Sicilia. En el siglo XI se celebraron dos sínodos en Bari: el primero, en 1064, fue presidido por Arnoldo, vicario del papa Alejandro II.

En esos mismos años, Ursone era arzobispo en Bari pero, prefiriendo la sede de Canosa, se enemistó con la población. Por eso, cuando en 1087 unos marineros trasladaron las reliquias de San Nicolás a Bari, las encomendaron a un monasterio benedictino para su custodia. Sólo en 1089, con la muerte de Ursone y la elección como arzobispo del abad benedictino Elías, se inició la construcción de la Basílica de San Nicolás, que fue consagrada en el mismo año por el papa Urbano II, con obras todavía en gran parte en curso. En esta ocasión, el propio papa enterró en la catedral las reliquias de San Nicolás de Bari, que acababan de llegar de Oriente.

Unos años más tarde, en 1098, Urbano II regresó a Bari para celebrar un sínodo destinado al acercamiento entre la Iglesia oriental y la sede apostólica de Roma. En la elección de Bari tuvo un peso significativo el papel asumido por la Iglesia local, que, por la presencia de las reliquias de San Nicolás, constituyó el terreno natural de diálogo entre cristianos orientales y occidentales. Asistieron al sínodo unos 183 obispos, entre ellos Anselmo de Aosta, que se distinguió por las posiciones que asumió sobre el uso del pan con levadura en la Eucaristía y la procesión del Espíritu Santo (la llamada disputa sobre el Filioque). Sin embargo, el sínodo no dio los resultados deseados y se agudizaron las distancias doctrinales.

Después del arzobispo Rainaldo, que impulsó la reconstrucción de la catedral destruida por Guillermo, el arzobispo Romualdo Grisoni (1280) también se distinguió por la restauración y construcción de iglesias. En 1377 Bartolomeo Prignano fue arzobispo de Bari, y más tarde se convirtió en el papa Urbano VI, aunque nunca llegó a ver la ciudad.

El arzobispo de Bari, el español Esteban Gabriel Merino, tuvo una destacada intervención en el acuerdo de paz entre los comuneros de Castilla, ya derrotados en la batalla de Villalar en 1521 y el bando realista de Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.

Dos arzobispos del siglo XVII jugaron un papel importante en la historia de la archidiócesis: Diego Sersale (1638), que renovó la catedral por su cuenta y promovió la construcción del palacio episcopal y el seminario, mientras que el dominico Tommaso Maria Ruffo (1684) murió en olor de santidad.

Tras el Concordato de 1818 entre la Santa Sede y el Reino de las Dos Sicilias, las diócesis de este último fueron objeto de fusiones y agregaciones. En esa ocasión, la diócesis suprimida de Bitetto fue agregada a la archidiócesis de Bari, con la bula De utiliori del papa Pío VII del 27 de junio de 1818.

Diócesis de Bitonto

Según la tradición, tanto la diócesis de Bitonto, como la de Bari, tienen un origen que se remonta a la época de la plena conversión de Apulia. Aunque existe información confusa sobre un obispo llamado Anderano que vivió alrededor del 742 (y probablemente perteneciente a la iglesia de Bisignano), la mención más antigua de la diócesis se remonta al siglo XI y el primer obispo de Bitonto del que se dispone de información detallada fue Arnolfo, en el 1087.[13]

En 1151 y 1172 la sede de Bitonto fue confirmada como sufragánea de la archidiócesis de Bari por Eugenio III y Alejandro III, respectivamente.

Más tarde, Enrico Minutolo (1382), que luego se convirtió en cardenal, ocupó la sede de Bitonto; Cornelio Musso (1544), un fraile menor conventual que se distinguió en el Concilio de Trento donde pronunció el sermón de apertura; el "siervo de Dios" Girolamo (nacido como Bernardino) Pallantieri (1603-1619);[14]​ Fabrizio Carafa (1622), fundador de una academia literaria y Alessandro Crescenzi (1652), perteneciente a una importante familia romana, que fue ordenado cardenal en 1675.

Estadísticas

De acuerdo al Anuario Pontificio 2019 la arquidiócesis tenía a fines de 2018 un total de 739 533 fieles bautizados.

Referencias

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Bibliografía

  • Cappelletti, Giuseppe (1870). Le chiese d'Italia dalla loro origine sino ai nostri giorni (en italiano). Volume vigesimoprimo (21). Venecia: Antonelli. 
  • Gams, Pius Bonifatius (1873). Series episcoporum Ecclesiae catholicae: quotquot innotuerunt a beato Petro apostolo. Ratisbona: Typis et Sumptibus Georgii Josephi Manz. p. 898–899.  (Está un poco obsoleto).
  • Ughelli, Ferdinando; Coleti, Niccolò (1721). Italia sacra, sive De Episcopis Italiae (en latín). Tomus septimus (VII). Venicia: apud Sebastianum Coleti. p. 589–679. 

Enlaces externos

  • Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Arquidiócesis de Bari-Bitonto.

Text submitted to CC-BY-SA license. Source: Arquidiócesis de Bari-Bitonto by Wikipedia (Historical)