![Revista de la Universidad de México Revista de la Universidad de México](/modules/owlapps_apps/img/nopic.jpg)
La Revista de la Universidad de México es la publicación cultural más antigua de México, aún en circulación, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Salió de la imprenta por primera vez en noviembre de 1930. Fue concebida para divulgar el pensamiento científico, literario e histórico nacional e internacional, y para estimular el diálogo y la reflexión. Desde entonces y hasta el día de hoy, salvo por un periodo durante la Segunda Guerra Mundial, se ha publicado ininterrumpidamente.[1]
En sus casi novecientos números han colaborado prestigiosas plumas como Juan Rulfo, Elena Garro, Elena Poniatowska, Witold Gombrowicz, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes, entre muchos otros, y se han abordado todas las corrientes artísticas e ideológicas del siglo XX y XXI. Actualmente, su dirección está a cargo del escritor Jorge Comensal. Cada mes se aborda un tema diferente, tanto en papel como en formatos multimedia. Asimismo, es posible consultar todos los números, que suman más de 12 mil 500 artículos y más de 4 mil 800 autores, en su página web.[2] Con sus noventa y dos años de existencia, la Revista de la Universidad de México es un invaluable testimonio del siglo XX.
Publicada por primera vez el 1 de noviembre de 1930, la revista Universidad de México. Órgano de la Universidad Nacional Autónoma de México —continuación del Boletín de la Universidad, fundado en 1917—, presentaba un recuento del acontecer universitario.[3] Se concibió libre e independiente, como la institución que la cobija. Su primer director fue Julio Jiménez Rueda. En febrero de 1936, bajo la gestión de Miguel N. Lira, adquirió el título de Universidad.[4] Mensual de Cultura Popular y lo conservó hasta agosto de 1937. Entonces, se tiraban veinte mil ejemplares que se distribuían de manera gratuita. La Revolución mexicana, sus repercusiones políticas y sociales, la consolidación de la autonomía universitaria, el fascismo y el marxismo eran los temas recurrentes.
Desde su inicio, la revista buscó integrar diversas expresiones artísticas como la fotografía, el dibujo, la escultura y la música, así como una visión interdisciplinaria conformada por las diversas disciplinas que se estudiaban en la universidad: economía, derecho, astronomía, arquitectura, filosofía, medicina, geología, entre muchas otras. Sus colaboradores se preocupaban por ofrecer a los lectores un panorama de la vida literaria, política y cultural tanto mexicana como internacional. En su primera época, en los años treinta del siglo XX, se hallaban entre sus páginas crónicas de Manuel Toussaint, poemas de Federico García Lorca, Paul Valéry o Gabriela Mistral, ensayos de José Vasconcelos o Silvio Zavala, críticas de obras de Jean Cocteau y de León Trotski, reseñas de exposiciones de pintura de David Alfaro Siqueiros o Rufino Tamayo y los informes arqueológicos de Alfonso Caso sobre el descubrimiento de Monte Albán.
Cuando la guerra civil azotó España (1936-1939), el presidente Lázaro Cárdenas otorgó asilo a una gran cantidad de intelectuales españoles. En 1938, con el apoyo de Daniel Cosío Villegas y de Alfonso Reyes, se fundó la Casa de España que se convertiría más adelante en el Colegio de México. La labor de estos escritores, pintores, poetas, magistrados y catedráticos exiliados enriquecería de manera incontestable y perenne la vida universitaria y las páginas de la publicación.[5]
La revista Universidad. Mensual de cultura popular dejó de ver la luz a mediados de 1938, con el inicio de las hostilidades derivadas de la Segunda Guerra mundial, y no volvió a imprimirse hasta octubre de 1946 bajo un formato más periodístico y con el título de Universidad de México. Órgano de la Universidad Nacional Autónoma de México, dirigida por Francisco González Castro. En la segunda mitad de los años cuarenta ocuparon un lugar preponderante las entrevistas que Rafael Heliodoro Valle, director de la revista entre 1948 y 1949, y una de las grandes presencias del suplemento cultural El Universal Ilustrado, hizo a escritores como Luis Cardoza y Aragón o Marcel Bataillon, y a poetas como Nicolás Guillén o Dámaso Alonso. La mirada de la publicación estaba puesta en los diversos congresos de sociología, ciencia o filosofía, organizados por la universidad.
La década de los cincuenta inició con la construcción de la Ciudad Universitaria. Cada mes se reportaban los avances de los múltiples edificios administrativos y facultades. La revista, órgano informativo en formato tabloide, se imprimía a dos tintas y contaba con treinta páginas. Destacaban los trabajos de autores nacionales: dibujos de Alberto Gironella, cuentos de Inés Arredondo, poemas de Rosario Castellanos, ensayos de José Luis Martínez, primeras colaboraciones de Carlos Fuentes, Elena Poniatowska y José Emilio Pacheco.
Entre 1946 y 1952, el diseño estuvo a cargo de Miguel Prieto, exiliado español, quien ejecutó propuestas innovadoras: privilegió las imágenes de gran proporción con relación al texto, desbordó el tamaño de las ilustraciones y cuando no le convencía la tipografía disponible, utilizó fuentes de su invención. Al retirarse, dejó en su lugar al joven Vicente Rojo con quien trabajaba en el suplemento México en la Cultura del diario Novedades y en las ediciones del INBA.
En 1954, surgió la Gaceta UNAM. Órgano informativo de la Universidad Nacional Autónoma de México, boletín oficial cuyo objetivo era dar a conocer los avances científicos, publicaciones, obras de teatro, festivales, conferencias y campeonatos de la comunidad universitaria. La Revista de la Universidad de México abandonó entonces la función de boletín interno para dedicarse por entero a la difusión de la cultura nacional e internacional. Ese mismo año, en el número del mes de junio, Juan Rulfo publicó un adelanto de su novela "Los murmullos" que saldría a la venta, tiempo después, con el título de Pedro Páramo.[6] Entretanto, Carlos Fuentes daba a conocer sus cuentos en las páginas de la Revista, comentaba los estrenos cinematográficos o recomendaba obras de la literatura inglesa. A veces, ilustraba sus propios textos, otras veces, lo hacían José Luis Cuevas o Alberto Gironella. “El Rey Mago”, obra en un acto de Elena Garro con dibujos de Juan Soriano, abrió el número del mes de marzo de 1958.
Bajo la dirección de Jaime García Terrés, en septiembre de 1959, se empleó por primera vez la fotografía y el color para ilustrar la portada. Se abordaron, a lo largo de esta década, temas como los mitos raciales, el surrealismo, la educación nacional, la concepción indígena del arte o el humanismo.
En los años sesenta, las portadas de la publicación rivalizaron entre sí en ingenio y mérito gráfico, algunas ilustradas por Leonora Carrington y Pedro Coronel. En el número de marzo de 1960, Gabriel García Márquez publicó su primer cuento en México, “La siesta del martes”, bosquejo de Cien años de soledad, y Octavio Paz inauguró su columna “Corriente alterna”. En paralelo, Jorge Ibargüengoitia y Carlos Monsiváis escribían sobre teatro, y Emilio García Riera sobre cine.
Entre 1966 y 1979, el diseño estuvo a cargo de Vicente Rojo. Bajo su dirección artística, la revista integró nuevas combinaciones de tintas, intercaló fotografías con pintura abstracta y clásica. Fue un periodo marcado por la creatividad.[7] Cuando Gastón García Cantú asumió la dirección, Vicente Rojo solicitó cierta libertad para cambiar los logotipos, las letras y los encabezados, con el objetivo de no caer en las trampas de la monotonía. Así, cada mes de septiembre, la revista estrenaba nuevo traje, inspirado en corrientes plásticas norteamericanas, como el minimalismo o el Pop Art, y en revistas europeas, como la suiza Du. Se asignó una nueva tipografía al título: la “U” mayúscula de “Universidad” que Rojo modificó a placer y que se ha empleado en diversas épocas desde entonces. Los números monográficos abarcaron temas tan diversos como el cosmos, el sureste asiático, la cibernética, la nigromancia y la demonología, la ficción o la utopía. A lo largo de esta década, la revista fue dirigida sucesivamente por Jaime García Terrés, Luis Villoro y Gastón García Cantú.
En los setenta, bajo la dirección de Arturo Azuela, Cristina Pacheco se hizo cargo de la coordinación editorial. Colaboraban editores como Guillermo Sheridan y Rafael Vargas, escritores como Leopoldo Lugones, Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa, Luis Cardoza y Aragón, investigadores como Clementina Díaz y de Ovando, poetas como Carlos Pellicer y Efraín Huerta.
Entre 1985 y 1992, las composiciones fotográficas de Jorge Pablo de Aguinaco y de Pablo Recamier, discípulo de Rojo, se publicaron en las portadas. En mayo de 1981, Julieta Campos fue la primera mujer en asumir la dirección de la Revista de la Universidad de México.[8] Este periodo contó con las plumas de autores como Fernando Benítez, Esther Seligson, Fabienne Bradu, Fernando del Paso, Felipe Garrido, Miguel León-Portilla y Carmen Boullosa, por mencionar solo a algunos.
Posteriormente, en los noventa, durante las gestiones de Fernando Curiel y Alberto Dallal, la revista se definió como sigue:
Una revista es una revisión, por medio de productos de la mente, del conocimiento, del intelecto, de lo que en el ámbito de su selección o vocación ocurre, transcurre, se desliza o a veces, por lapsos, estalla o brilla. Nuestra revista seguirá con atención los acontecimientos del país y del mundo con los más afinados instrumentos y actitudes que pueden o deben aplicarse: las percepciones universitarias.[9]
Bajo la dirección de Dallal, los temas científicos cobraron una especial relevancia. Asimismo, en el aspecto literario figuras como Margo Glantz, Eloy Urroz, Elsa Cross, René Avilés Fabila o Sarah Sefchovich acompañaron esta década. Para arrancar el siglo veintiuno, Ricardo Pérez Monfort fortaleció las humanidades y añadió un suplemento mensual sobre libros.
En 2004, con Ignacio Solares al frente, la revista se fusionó con otra de las publicaciones de la UNAM: Los Universitarios, fundada en 1973. A partir de entonces, se publicó la revista en papel y en versión digital, enriquecida con videoentrevistas. Autores como Ruy Pérez Tamayo, María Luisa Puga, Beatriz Espejo, Vicente Quirarte y Roger Bartra ofrecieron a los lectores sus propias perspectivas del mundo.
La presencia de un reportaje gráfico o una crítica sobre la obra de un artista plástico de renombre nacional o internacional ha sido hasta el día de hoy una constante en las páginas centrales, aun cuando el formato ha cambiado a lo largo de sus distintas épocas. Siempre cerca del acontecer histórico, destacan entre sus números, por mencionar algunos, el de marzo de 1959 sobre la Revolución cubana, los múltiples dedicados a la cultura, al exilio, a la intervención francesa, la Independencia o la Revolución mexicana, al análisis del movimiento de 1968 y a los conflictos estudiantiles, la autonomía universitaria y la situación de los migrantes (la primera vez que se trató el tema fue en febrero de 1954).
Desde que Guadalupe Nettel asumió su dirección en mayo de 2017, la revista ha vuelto a ser monográfica para abordar tópicos profundos y complejos como la emergencia climática, las resistencias indígenas en el continente, las cuestiones de género, los feminismos, la discapacidad, la conciencia y el racismo. Temas analizados por autores como Yásnaya Elena A. Gil, Yuri Herrera, Juan Villoro, Claudio Lomnitz, Paul B. Preciado y Cristina Rivera Garza, entre muchos otros.
Asimismo, su nuevo formato digital ha permitido una nueva manera de entablar los diálogos, como consta en el “Blog de los jóvenes”, espacio para la difusión del trabajo de escritores menores de treinta años, las entrevistas grabadas para respaldar un texto o las ligas que permiten el acceso a contenidos de YouTube. En 2020, se terminó de resumir, etiquetar y ordenar la totalidad del acervo histórico. Basta un clic para acceder de manera gratuita y fácil a todos los números publicados que antes solo podían ser consultados en la Biblioteca Nacional o en la Hemeroteca. La revista también amplía su presencia a través de otras plataformas: en Radio UNAM, en el 96.1 de FM y el 860 de AM con la conducción de Elvira Liceaga, en TVUNAM, los viernes a las 20.30 horas, programa que conduce Yael Weiss, por los canales 20.1 TV abierta, 20 Izzi y Totalplay, 120 Axtel TV, Dish, Sky, Megacable, y en redes sociales.
La Revista de la Universidad de México en su nueva época, bajo la dirección de la escritora Guadalupe Nettel, se compone de tres secciones[10]:
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