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Basílica de San Ignacio de Loyola (Pamplona)


Basílica de San Ignacio de Loyola (Pamplona)


La Real Basílica de San Ignacio de Loyola, junto a la Iglesia de San Ignacio (PP. Redentoristas), construida entre 1924-1927, es un edificio religioso de la ciudad española de Pamplona[1]​ levantado en honor a Íñigo de Loyola (luego, San Ignacio) en el lugar donde se considera cayó herido en 1521.[2][3]​ El edificio original, levantado entre 1653 y 1661 por el conde de Santesteban, Diego de Benavides, tuvo que ser retranqueado durante la construcción del Segundo Ensanche de Pamplona, en 1927, dejando fuera del templo el simbólico lugar donde cayó el santo. Actualmente «es el único edificio con gran parte de su exorno de la Compañía de Jesús en Pamplona.»[4]

Contexto histórico

Juan de Cardona y Requesens, siendo 1601 virrey de Navarra, ordenó levantar una inscripción conmemorativa en el lugar donde tuvieron lugar los sucesos de 1521. La vetus inscriptio, actualmente conservada en la Cámara de Comptos de Navarra, decía según menciona el Padre Moret:

Continuando informando José Moret:

Construcción

El edificio, construido entre 1668 y 1694 en dos fases condicionado por la falta de financiación.

Primera fase (1668-1672)

El cantero Pedro Azpíroz, junto a su cuadrilla junto al cantero Gaspar López Azpíroz, autor de la fachada de los Carmelitas. Estos trabajos se realizaron bajo la supervisión del jesuita Alonso Gómez, que había diseñado una planta longitudinal.[5]​ Durante esta fase se levanta la fachada con un coste de casi 30.000 reales.

Segunda fase (1692-1693)

Para esta fase los trabajos los realizó Francisco de Iztueta realizando las tareas de supervisión Diego Castellanos. El coste llegó a unos 4.500 reales.

Inauguración (1694)

Gracias a que se ha conservado el sermón del día se sabe con exactitud que fue inaugurado el 13 de octubre de 1694.[6]

La construcción del Segundo Ensanche (1920-1927)

La nave fue retranqueda en 1927 para lo cual fue necesario desmontar la fachada para alinearla con la nueva iglesia diseñada por Serapio Esparza Huici e inaugurada el 25 de marzo de 1927.[5]

El edificio

Descripción

En la Guía del viajero en Pamplona (1904) de Mariano Arigita (como Fernando de Alvarado), se describe con las siguientes palabras:[1]

Exterior

Por noticias del cronista Francisco de Alesón la fachada, «con forma de fortificación, con dos almenas-espadañas» parece que estar incompleta a falta de una escultura del santo titular de la basílica.

Se muestra sobre una puerta de acceso y un ventanal a cada lado de la puerta. Encima se observa un decorativo óvalo central realizado por Juan Miguel Goyenete en 1743 que debía contener en la parte central el monograma IHS. A modo de leyenda, se lee en latín el inicio del pasaje evangélico:

Interior

El templo presenta una construcción sencilla, de nave única, mostrando en el interior una bóveda cubierta de «ricas yeserías, con rameados vegetales, realizadas en torno a 1720.» Las cuatro pechinas recogen escenas de la vida del santo:

  • La aparición de San Pedro con sus dos llaves ante San Ignacio postrado en el lecho.
  • La aparición de la Virgen con el Niño.
  • Ignacio de Loyola con sotana escribiendo los Ejercicios en la Cueva de Manresa.
  • Ignacio de Loyola velando armas en Montserrat.

Hay, además, una quinta escena en el medallón de la bóveda del tramo del altar donde se refleja el momento de la caída.

En la inauguración del edificio se colocó un primer retablo fechado entre 1630-1635 y que se mantuvo hasta 1727 en que se recibió otro que se había encargado en 1690. El primero se vendió a la parroquia de San Lorenzo de Azoz, donde actualmente se puede contemplar. Las escenas de ese primer retablo recogen el ciclo ignaciano de pinturas que Pedro de Ribadeneira publicó en la edición de 1610 realizada en Amberes con grabados de Jan Baptist Barbé «a partir de diseños atribuidos a Peter Paul Rubens», que tanta difusión lograron de la imagen institucional jesuita.[7]

El retablo actual, acabado entre 1726-1727, fue promocionado por el duque de Granada de Ega y conde de Javier, Antonio de Idiáquez y Garnica y encargado a José Coral, un artista valenciano afincado en Pamplona donde mantuvo un taller activo entre 1717 y 1753 realizando retablos de otras iglesias como Huarte-Araquil, Ciáurriz o Larraga.

Uso actual

En la actualidad, debido a sus reducidas dimensiones, se utiliza como Capilla de Adoración Eucarística Perpetua.[8][9]​ La basílica, junto con la iglesia de San Ignacio, están adscritas de la parroquia de San Nicolás.[10]

Véase también

  • Iglesia de San Nicolás (Pamplona)
  • Cueva de San Ignacio (Manresa)
  • Santuario de Loyola
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Notas

Referencias

Bibliografía

  • Alvarado, Fernando de (1904). «Basílica de San Ignacio». Guía del viajero en Pamplona. Madrid: Establecimiento tipográfico de Fortanet. pp. 63-64. Wikidata Q115707154. 
  • Arazuri, José Joaquín (1991). Pamplona antaño. Curiosidades e historia de la ciudad (5 edición). Pamplona: Gráficas Castuera. ISBN 84-300-0863-2. 
  • Fernández Gracia, Ricardo. «Basílica de San Ignacio de Loyola». Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro. Consultado el 23 de junio de 2023. 
  • García Gainza, María Concepción; Orbe Sivatte, Mercedes; Domeño Martínez de Morentin, Asunción; Azanza López, José Javier (1997). «Basílica de San Ignacio». Merindad de Pamplona, Pamplona. Índices generales de la obra. Catálogo Monumental de Navarra. 5-III. Institución Príncipe de Viana Pamplona. pp. 387-400. ISBN 978-84-235-1543-1. OCLC 246399278. Consultado el 27 de diciembre de 2023. 

Enlaces externos

  • Partes de este artículo incluyen texto de Guía del viajero en Pamplona (1904), una obra de Mariano Arigita Lasa (1864-1916) en dominio público.

Text submitted to CC-BY-SA license. Source: Basílica de San Ignacio de Loyola (Pamplona) by Wikipedia (Historical)