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Tratado de 1881 entre Argentina y Chile


Tratado de 1881 entre Argentina y Chile


El Tratado de Límites de 1881 es el tratado limítrofe que constituye la base de la frontera entre Argentina y Chile, y definió la frontera de la Patagonia.

Fue firmado en la ciudad de Santiago, Chile el 29 de julio por Francisco de Borja, cónsul general de Chile en Buenos Aires, y Bernardo de Irigoyen, ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina en representación de sus respectivos gobiernos para fijar sus límites precisos a lo largo de su frontera común.

El anterior Tratado de 1856 acordaba la aplicación del principio del Uti possidetis iure, ordenamiento legal sobre la base de que los nuevos estados, al pasar a la vida independiente, tendrían como fronteras las que le corresponderían de las colonias españolas cuando formaban parte integrante del Imperio español como un virreinato, capitanía general o Real Audiencia, para 1810, último de la monarquía española para la posesión legítima de sus provincias en América. En un principio ambos estados interpretaron de manera similar los registros coloniales, aunque estos no eran conocidos muy exhaustivamente. Las reales cédulas a menudo eran contradictorias o superponían jurisdicciones, pues el conocimiento del territorio aún en 1810 era limitado, en especial el de la parte austral del continente.[cita requerida]

A medida que el progreso técnico en transportes y la búsqueda de nuevos recursos para enriquecer a ambas naciones se acrecentaba, las disputas por los valles encerrados en la cordillera, las tierras de la Patagonia, el estrecho de Magallanes y las islas al sur de este comenzaron a aumentar la tensión entre los dos países. La Cámara de Diputados de Argentina aprobó en 1873 la adhesión al Pacto Perú-Bolivia,[1]​ pero el Senado, que debía confirmarlo, lo rechazó en 1874.

Al comienzo de la Guerra del Pacífico (1879-1884), en Argentina existieron fuertes corrientes populares que exigían al gobierno entrar al conflicto de parte de los aliados Perú y Bolivia.[cita requerida] En 1881, y con la mediación de los ministros plenipotenciarios de los Estados Unidos en las respectivas capitales, se acordó la firma del tratado.[n 1]

Antecedentes

Administración colonial

En 1548, Pedro de Valdivia obtuvo de Pedro de la Gasca, presidente de la Real Audiencia de Lima «por gobernación y conquista desde Copiapó, que está en 27 grados de altura de la línea equinoccial a la parte del sur, hasta 41 de la dicha parte, procediente norte sur derecho por meridiano, e de ancho entrando en la mar a la tierra hueste leste cien leguas». El emperador Carlos I, al confirmar en 1552 el nombramiento de Pedro de Valdivia hecho por de La Gasca, fijó el territorio de la Gobernación de Nueva Extremadura como una franja de 100 leguas de oeste a este desde el Mar del Sur delimitada por los paralelos 27° y 41° de latitud sur (aproximadamente entre Copiapó y Osorno).[8]

Por petición de Valdivia, Carlos I extendió la gobernación hasta el estrecho de Magallanes por real cédula, aunque en el intertanto Pedro de Valdivia había fallecido. Jerónimo de Alderete, quien fue nombrado sucesor de Valdivia el 17 de octubre de 1554, falleció mientras volvía a Chile desde España. Posteriormente, en una real comisión dictada por el gobernador García Hurtado de Mendoza a Pedro del Castillo, el 20 de noviembre de 1560 señaló: «[...] Por cuanto su Majestad por sus reales Provisiones me encargó la Gobernación de estas dichas Provincias de Chile de Norte a Sur desde el Valle de Copiapó hasta la otra parte del Estrecho de Magallanes, y de este-oeste ciento cincuenta leguas, como se lo dio y señaló por Gobernación al Adelantado Don Jerónimo de Alderete [...]».

La real cédula de 1570 a favor del adelantado Juan Ortiz de Zárate modificó los límites meridionales de la gobernación del Río de la Plata y del Paraguay 200 leguas hacia el sur, desde el paralelo 36° 57' hasta el 48° 21', es decir, una estrecha franja del litoral atlántico pasó a depender de aquella gobernación en la Patagonia atlántica. Se produjo además una superposición entre el grado 48° 05º por el norte, el Estrecho por el sur; el Atlántico por el este y el Pacífico por el oeste con la gobernación de Chile.[9]

Sin embargo, en 1661, el territorio es reintegrado a la jurisdicción del reino de Chile, tal como ya era parte desde la fundación del reino.[9]

Tras la real cédula del 27 de octubre de 1777, se declara constituido el Virreinato del Río de la Plata y bajo su jurisdicción:

El límite sur de los territorios transferidos al naciente virreinato es el río Diamante, acorde con al acta de fundación de la ciudad de Mendoza[4]​ y con el mapa de Juan de la Cruz Cano y Olmedilla de 1775, el cual fue usado por el rey para crear el nuevo virreinato. En el mapa se explicita el término "Chile Moderno" en la Patagonia, además de apreciarse el nombre "Reino de Chile" inclusive en la parte oriental de los Andes. La Comarca Desierta de la Patagonia o Chile Moderno limitaba con los dominios de Buenos Aires en el cabo Corrientes, un poco más al norte de la actual ciudad de Mar del Plata.[10]

El 23 de febrero de 1802, por Real Orden, se dispuso el reparto de ejemplares del mapa de Cano y Olmedilla en los ministerios y el consejo de indias. Este mapa muestra la Patagonia dentro del Reino de Chile, anotando allí: "Chile Moderno que los geógrafos antiguos llamaron Tierra Magallánica, de los Patagones y los Césares, tan celebrada del vulgo cuanto no hay en estos países naciones más crecidas y numerosas que los Aucas, Puelches, Toelches y Serranos de quienes dimanan otras parcialidades que tratan con los españoles". El gobierno de Madrid en 1802, autorizó la venta al público del mapa.

Durante la disputa sobre la Patagonia en el siglo XIX. Los historiadores chilenos utilizaron las Reales Cédulas de 1554, 1555 y 1558, que disponía la administración chilena sobre el territorio desde el desierto de Atacama hasta el Estrecho de Magallanes, con un ancho de cien leguas desde el Pacífico hacia el este. Mediante la Real Cédula de 1563, se separó de Chile la Gobernación del Tucumán y posteriormente por Carlos III hizo lo mismo con Cuyo, que fue incorporado al Virreinato del Río de la Plata en 1776. De acuerdo a la tradición historiográfica chilena, la Corona, hasta 1810, nunca separó la Patagonia del Reino de Chile.[11]

Esta es la visión sostenida por todos los historiadores chilenos de la segunda mitad del siglo XX, incluyendo Francisco Antonio Encina, Jaime Eyzaguirre, Sergio Villalobos y por los colegas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, de la Universidad de Chile y la Universidad de Santiago de Chile.[11]

Por el lado argentino, los historiadores tradicionales se basaron en otros documentos. Su argumentación se basaba en las reales cédulas por las cuales se impuso el sistema de intendencias en el Reino de Chile en 1786, que quedó dividido en dos intendencias: la de Santiago (desierto de Atacama hasta el Río Maule y desde la cordillera al Pacífico) y la de Concepción (del Maule hasta la Araucanía, desde la cordillera al Pacífico). Estas disposiciones habrían supuestamente dejado sin efecto las reales cédulas de mediados del siglo XVI. Como España consideraba suyos todos los territorios americanos, los territorios del Biobío hacia el sur debían pertenecer el Virreinato del Río de la Plata hacia 1810. Y por lo tanto, les habrían correspondido a su heredero histórico, es decir, la República Argentina.[11]

Estos eran los sustentos de todos los mapas que circularon en las escuelas argentinas en las últimas décadas. Diego Luis Molinari, Elena Chioza, Daniel Santamaría, Randel, Enrique Tandeter y Juan Suriano han aprobado, legitimado y difundido mapas con estos contenidos. Así también el EUDEBA, el Centro Editor de América Latina y Editorial Sudamericana, y el Instituto Geográfico Militar y del Ministerio de Educación de la Nación.[11]

La Real Cédula de 1570 fue poco conocida por los historiadores en general (desplaza la frontera de Río de La Plata del 36°57'S al 48°21'15''S), con la excepción de Carlos Morla Vicuña[9]​ al igual que las disposiciones con que se administraron posteriormente los territorios de Chile (creación de la Intendencia de Chiloé)[11]​ las cuales eran conocidas por Guillermo Lagos Carmona.[4]​ Pablo Lacoste planteó que la Real Cédula de 1570 no fue revertida, sin embargo, Manuel Ravest Mora planteó que en el 1661 la corona Hispánica revirtió la Real Cédula de 1570 con la Recopilación de Leyes de las Indias, en donde quedaba sin efecto cualquier ley diferente a esta.[9]

En el Archivo General de Indias es conservado un manuscrito del primer delineador del Depósito Hidrográfico de la Corona de España, el teniente de navío Andrés Baleato. Creado por una real cédula, termina con tres notas, en la segunda de las cuales enuncia:

Tras la independencia

Después de independizarse, los gobiernos de Argentina y Chile entendieron la frontera bajo el criterio de uti possidetis iuris, incluso ratificando aquello en el tratado de 1856. Sin embargo, a medida que transcurría el siglo XIX, ambos países empezaron a tener discrepancias sobre cuales eran los derechos heredados, por el lado de Chile Miguel Luis Amunátegui y Carlos Morla Vicuña escribieron a favor de la tesis de que la Patagonia Oriental le pertenecía a Chile, mientras que por Argentina Pedro de Angelis y Dalmacio Vélez Sarsfield fueron los escritores más reconocidos.

En 1830 el político chileno Bernardo O'Higgins (hijo de Ambrosio) envió al presidente chileno Joaquín Prieto una carta:

La clase política chilena no dio mayor importancia a la disputa y escribieron en la constitución de Chile de 1833, vigente hasta 1925 y reformada a fines del siglo XIX. Al sur de estos países estaba la Patagonia, nombre dado por los europeos al territorio indígena del extremo austral de América que no conquistaron.

La toma de posesión del estrecho de Magallanes habitado por kawésqars en 1843, significó la instalación de población chilena en la zona, primero en el Fuerte Bulnes y luego en Punta Arenas (1848), lo que provocó la molestia del gobierno argentino, interesado en aquel, en medio de la disputa sobre la macrorregión sudamericana, por lo que en 1847 ambos países comenzaron a negociar su demarcación para conquistarla.[14]​ En 1856 firmaron un tratado donde acordaron resolver sus problemas limítrofes de manera pacífica y Argentina fundó una colonia en el estrecho para bloquear la soberanía chilena, la cual Chile disolvió en 1874.[15]

A partir de 1862, Argentina logró dejar atrás las guerras internas y dio comienzo a un sostenido crecimiento económico y demográfico que se manifestó en la ocupación de la pampa y la preocupación por su frontera sur. En 1863, el pionero argentino Luis Piedrabuena debió retirarse de la bahía San Gregorio, en la orilla norte del estrecho, por orden de las autoridades chilenas. En 1876 —mientras cargaba guano en la costa de Monte León, en la desembocadura del río Santa Cruz, con autorización del cónsul argentino en Montevideo (Uruguay)— el barco francés Jeanne Amélie fue detenido en aguas del océano Atlántico por la corbeta chilena Magallanes; durante el traslado al puerto chileno de Punta Arenas, con la idea de poner la jurisdicción chilena sobre esa zona, el buque francés zozobró. Estos sucesos provocaron gran revuelo en Argentina, por lo que en 1878 inició la Conquista del Desierto sobre su reclamada Patagonia oriental poblada por tehuelches, efectuó la Expedición Py en el sector sur en el siglo XIX y creó la Gobernación de la Patagonia, fijándole sus límites así:[16]

Para finales del siglo, ambos gobiernos concordaban el límite en la cordillera de los Andes, pero discrepaban en la zona del estrecho de Magallanes y el archipiélago de Tierra del Fuego. Al gobierno chileno le interesaba el estrecho porque la mayor parte de su comercio se orientaba a Europa[n 2]​ y quería mantener la continuidad de su territorio. Para Argentina, por sus intereses estratégicos y su comercio dirigido también hacia dicho continente, el estrecho poseía un valor inferior al que le confería Chile. En 1878, acordaron en el Tratado Fierro-Sarratea formar una comisión que debía determinar la frontera. Al comienzo de la Guerra del Pacífico en 1879, convinieron la paz: no intervenir en favor de Bolivia y Perú, así como aplicar el principio bioceánico en el tema limítrofe.

Trabajo previo y statu quo

A través de mapas históricos es posible seguir el curso de las negociaciones que llevaron a la firma del tratado. En los mapas chilenos quedaron plasmados propuestas argentinas de 1872, 1876 y 1879, como statu quo entre ambos países hasta que surgiera el tratado de límites definitivo.

Mapa de Seelstrang de 1875

A la derecha podemos apreciar el mapa argentino confeccionado por Seelstrang y Tourmente en 1875 que fue utilizado por el ministro de Chile en Buenos Aires, Diego Barros, para comunicar el 10 de julio de 1876 a su gobierno en Santiago una propuesta de solución del ministro de relaciones exteriores de la Argentina, Bernardo de Irigoyen, extendida durante las negociaciones que precedieron a la firma del Tratado de Límites de 1881. La propuesta está trazada con línea roja y es de hecho muy semejante a la que es hoy día el límite entre los dos países.

El mapa ilustra lo difícil de la demarcación por el desconocimiento de la zona. El mapa no muestra accidente natural alguno como para marcar la frontera, con la excepción de algunos cerros: Cerro Moore cerca de Puerto Natales y más al norte Cerro Cay frente a las islas Guaitecas.

En este mapa argentino aparece la interpretación argentina del Tratado de 1856 marcada como una línea de cruces (++++). Se puede observar que la frontera pasa pocos kilómetros al este de la ciudad chilena Punta Arenas y continúa por el centro del Estrecho de Magallanes hacia el océano Pacífico (noroeste) dejando todas las islas al sur del Estrecho de Magallanes como territorio argentino.

Mapa de Carlos Prieto

El siguiente mapa a la derecha fue confeccionado por el ingeniero Carlos Prieto de la Oficina Hidrográfica de Chile y publicado por el gobierno de Chile en 1881 para dar a conocer la génesis y el contenido del Tratado de Límites de 1881. Están indicadas en él tres propuestas y la solución final:

  1. Propuesta de octubre de 1872 marcada con "----". Esta propuesta ofrecía definir la frontera común solo hasta la ribera norte del estrecho dejando la división de los territorios al sur para el futuro. El estrecho quedaría compartido entre Chile y la Argentina.
  2. Propuesta de julio de 1876 marcada con "-..-..-.." que es la que hemos visto sobre el mapa de Seelstrang y Tourmente anteriormente. En el mapa de Carlos Prieto se puede apreciar que en la propuesta de 1876 la frontera no es el paralelo 52, como es actualmente, sino algo más al sur, a favor de la Argentina.
  3. Propuesta de mayo de 1879 marcada con una línea "......". Esta deslindaba todos los territorios con una línea que dividía el estrecho al este de Punta Arenas y dividía la Isla Grande de Tierra del Fuego entre Chile y la Argentina por Bahía Inútil, Canal del Almirantazgo cruzando el Canal Beagle para continuar por el Canal Murray. Dejaba Navarino, Picton, Nueva y Lennox como territorio argentino. Las islas Hoste, Wollaston, Hornos, etc., como territorio chileno.
Proposición de Rufino de Elizalde

Otro mapa que guarda relación con la gestación del Tratado de 1881 es el de la proposición del ministro de relaciones exteriores de la Argentina, Rufino de Elizalde de marzo de 1878. Este mapa lleva la firma del ministro y se encuentra en la Biblioteca Nacional de Chile. El límite ofrecido pasa en gran parte a través de canales, como la de mayo de 1879, pero deja todas las islas al sur de la isla Grande de Tierra del Fuego bajo soberanía chilena. El "límite legítimo" del mapa, es decir, la interpretación argentina del Tratado de 1856, está trazado con una línea azul y corre al oeste de Punta Arenas, dejando a esta ciudad en territorio argentino.

Tanto el mapa de Seelstrang y Tourmente (1875), como el de Rufino de Elizalde (1878), muestran también un punto que posteriormente tendría fundamental importancia en la argumentación argentina durante el conflicto del Beagle.

Argentina postuló el principio bioceánico, según la cual el Uti possidetis iure de 1810, acordado en el Tratado de Límites de 1856, impedía a la Argentina poseer costas en el Pacífico, Argentina supuso que implícitamente Chile no podía poseer costas en el Atlántico. La tesis oceánica sería uno de los pilares de la presentación argentina ante la corte arbitral de 1977.

En ambos mapas la interpretación argentina del Tratado de 1856 dejaba a Argentina en posesión de amplias costas en el océano Pacífico en contradicción con dicha tesis.

Contenido del tratado

El tratado deslumbra por su sencillez, tratándose de una de las fronteras terrestres más largas del mundo. Tiene un preámbulo y siete artículos.

El límite se define en tres etapas:

  • Desde el norte hasta el paralelo 52 S, es decir unos 10 kilómetros al sur de Puerto Natales o Río Gallegos.

Para ese sector se definió en el artículo 1 que

Se sabía que no siempre las más elevadas cumbres coinciden con la línea divisoria de las aguas por lo que en el mismo artículo se previó un método para zanjar las dificultades. Sin embargo no sería suficiente y se debió recurrir posteriormente a arbitrajes para delimitar algunas zonas difíciles.

  • la zona norte del Estrecho de Magallanes.

En el artículo 2 se define el límite desde la orilla norte del Estrecho de Magallanes hasta la intersección del paralelo 52° S con el límite fijado en el artículo 1 como la siguiente secuencia de accidentes geográficos y el paralelo 52°:

  1. Punta Dungeness sobre la orilla norte del Estrecho de Magallanes
  2. Monte Dinero.
  3. Siguiendo hacia el oeste las mayores elevaciones de la cadena de colinas que allí existen hasta tocar en la altura de Monte Aymond;
  4. Intersección del meridiano 70° oeste con el paralelo 52° S.
  5. Coincidiendo con el paralelo 52° S hacia el Oeste hasta la divisoria de las aguas de los Andes.
  • La isla Grande de Tierra del Fuego y el canal Beagle.

El artículo 3 es clave para la comprensión del Conflicto del Beagle y en toda su extensión dice:

En el artículo 5 se neutraliza el Estrecho de Magallanes a perpetuidad y se asegura la libre navegación para barcos de todas las banderas, no pudiéndose construir en las costas fortificaciones ni defensas militares.

El artículo 6 declara obsoletos los tratados anteriores y establece una potencia amiga como instancia de arbitraje:

Los artículos 4 y 7 solo dan instrucciones administrativas para la ejecución del tratado.

Deficiencias del tratado

  1. No se adjuntó un mapa que definiera el canal Beagle lo que daría espacio a diferentes interpretaciones del término Canal Beagle.
  2. No se adjuntó un mapa que definiera exactamente el estrecho de Magallanes. Esto daría pie a que la Argentina viera en la boca occidental del estrecho un delta y en la boca oriental una extensión del estrecho hasta costas argentinas (desde cabo Vírgenes hasta punta Dungeness).
  3. Se menospreciaron las dificultades que causaría la diferencia entre la línea de cumbres más altas y la divisoria de las aguas.
  4. No se delimitó el territorio marítimo. Esto es comprensible pues en aquel tiempo este estaba limitado al alcance de los cañones costeros. Sin embargo cuando el derecho internacional otorgó una zona económica exclusiva de 200 millas mar adentro a los países ribereños, esto provocó el interés de ambos países por obtener esa zona.
  5. Concedió por error a Chile una posible salida al Atlántico en el fondo de la bahía de San Sebastián, en la isla Grande de Tierra del Fuego y concedió por error a la Argentina una salida al Pacífico en el seno o fiordo Última Esperanza, en la región de Puerto Natales. Ambos errores fueron corregidos posteriormente de común acuerdo.

Muchas de estas deficiencias fueron abordadas por el protocolo de límites de 1893.

Consecuencias

Este tratado sentó la base de la frontera entre ambos países, desmilitarizó el estrecho de Magallanes, declaró obsoletos los tratados anteriores y nombró una instancia en caso de controversias.

En base al tratado surgieron disputas como el conflicto del Beagle, el laudo de 1902 (que a su vez da las bases para la disputa de la laguna del Desierto), la disputa del río Encuentro-Alto Palena, el litigio del campo de hielo patagónico sur y el protocolo de 1893.

El tratado es válido hasta hoy, nunca ha sido puesto en duda por ninguno de los países y, pese a sus deficiencias, ha permitido la solución pacífica de las controversias mediante laudos a cargo de la corona británica.

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Véase también

  • Wikisource contiene obras originales sobre el Tratado de Límites entre Chile y Argentina de 1881.
  • Fronteras de Chile
  • Tratados limítrofes entre Argentina y Chile
  • Litigio del campo de hielo Patagónico Sur

Notas

Referencias

Enlaces externos

  • Tratado de Límites con Chile de 1881
  • Convención de 1888 Sobre Peritos Demarcadores
  • Protocolo de Límites de 1893
  • Acuerdo para Facilitar las Operaciones de Deslinde Territorial (1896)
  • La Patagonia Oriental según una Real Cédula de 1570

Text submitted to CC-BY-SA license. Source: Tratado de 1881 entre Argentina y Chile by Wikipedia (Historical)


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