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Manuel Basulto Jiménez


Manuel Basulto Jiménez


Manuel Basulto Jiménez (Adanero, Ávila, 17 de mayo de 1869-El Pozo del Tío Raimundo, Madrid, 12 de agosto de 1936) fue un clérigo español, obispo de Lugo (1909-19) y de Jaén (1919-36), considerado mártir[1]​ y beato por la Iglesia católica.[2]​ Fue uno de los trece obispos asesinados en la zona republicana durante la guerra civil española, víctima de la persecución religiosa y política. Fue también senador por designación en 1916.[3]

Biografía

Carrera eclesiástica

Hijo de un molinero, realizó sus estudios eclesiásticos en Ávila, y fue ordenado presbítero en 1892. Se licenció en Derecho en la Universidad de Valladolid. Fue canónigo magistral de León y lectoral de Madrid. En 1909 fue elegido obispo de Lugo, y consagrado el 16 de enero de 1910 por el nuncio Antonio Cardenal Vico en la iglesia de los paúles de Madrid. Fue designado senador por el arzobispado de Santiago de Compostela en 1916.[4]​ En 1919 Benedicto XV lo nombró obispo de Jaén, diócesis de la que tomó posesión por poderes el 14 de junio de 1920, celebrando su primera misa el 29 de junio. En su escudo rezaba el lema: Quien a Dios tiene, nada le falta.[2]

Tras el golpe de Estado que dio comienzo a la guerra civil española, el 2 de agosto de 1936 el obispo Basulto fue detenido por los izquierdistas en su domicilio del palacio episcopal junto con su hermana, Teresa, como también el esposo de esta, Mariano Martín, así como el deán de la catedral, Félix Pérez Portela. Fue encarcelado en la catedral de Jaén, donde ya se encontraban muchos otros detenidos derechistas, cristianos practicantes, monárquicos. Con el estallido de la contienda, las cárceles de Jaén quedaron abarrotadas de detenidos derechistas, cristianos, monárquicos, lo que supuso un serio problema para las autoridades republicanas de la provincia.[5]

Asesinato

El gobernador civil de Jaén, preocupado por el hacinamiento de los presos y por las posibles sacas por parte de elementos incontrolados, habló con el director general de Prisiones, Pedro Villar Gómez, para poder trasladarlos a la cárcel de Alcalá de Henares.[5]​ Tras obtener el visto bueno, organizó varias expediciones ferroviarias que debían trasladar a los presos.

El 12 de agosto, Basulto fue trasladado a un tren junto a otros 245 reclusos, entre los que se encontraban su hermana y el deán de la catedral. Los traslados de los reclusos se hacían en camiones a la estación de tren y en esos trayectos, milicianos y algunos viandantes los increpaban e insultaban[5]​ Cuando el convoy llegó a la estación de Santa Catalina-Vallecas (Madrid), un grupo de milicianos anarquistas paró el convoy y desenganchó la locomotora.[5]​ Tanto el jefe de estación como el oficial de la Guardia civil que mandaba la dotación de escolta del convoy, hablaron por teléfono con el director general de Seguridad, Manuel Muñoz Martínez. Le informaron del incidente y de que los anarquistas habían instalado tres ametralladoras a la altura del Pozo del Tío Raimundo, y que estos habían amenazado con disparar a los guardias civiles si no se marchaban.[6]​ Manuel Muñoz, impotente y sin medios para poder atajar aquella situación, autorizó a los guardias civiles a retirarse; más adelante explicaría que "la poca autoridad que aún conservaba el gobierno se vendría abajo si las exiguas fuerzas de orden público acababan siendo arrolladas en un enfrentamiento con el pueblo armado".[7]

Tras retirarse las fuerzas de orden, los milicianos comenzaron a ejecutar a gran parte de los presos que transportaba el tren. Fueron ejecutadas 193 personas, en grupos de 25, y sus cadáveres saqueados.[3]​ El obispo Basulto, que se puso de rodillas y empezó a rezar, fue uno de los ejecutados.[7]​ Su hermana Teresa también resultaría asesinada durante la masacre, en su caso por una miliciana, Josefa Coso, apodada "La Pecosa". Cuando el gobernador civil de Jaén se enteró de los asesinatos, desolado, presentó inmediatamente su dimisión.[7]

Actualmente se encuentra enterrado en la cripta de la iglesia del Sagrario de la Catedral de Jaén.[2]

Beatificación

El 21 de junio de 2010 la Congregación para las Causas de los Santos aprobó el carácter martirial de la muerte del obispo y sus cinco compañeros de martirio.[8]​ Fue beatificado el 13 de octubre de 2013 en una ceremonia conjunta a la vez que otros 254 mártires.[9][2]

Referencias

Pie de página

Bibliografía

  • Cárcel Ortí, Vicente (2000). La gran persecución: España, 1931-1939. Barcelona: Planeta. ISBN 84-08-03519-3. 
  • Mata, Santiago (2011). El Tren de la Muerte. Madrid: Esfera de los Libros. ISBN 84-9970-100-0. 
  • Montero Moreno, Antonio (1999) [1961]. Historia de la persecución religiosa en España, 1936-1939. Madrid: Edicionas Católicas. ISBN 84-7914-383-5. 
  • Preston, Paul (2013) [2011]. El Holocausto Español. Odio y Exterminio en la Guerra Civil y después. Barcelona: Debolsillo. 
  • Redondo, Gonzal (1993). Historia de la Iglesia en España, 1931-1939. Madrid: Rialp. ISBN 84-321-2984-4. 

Enlaces externos

  • Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Manuel Basulto Jiménez.


Text submitted to CC-BY-SA license. Source: Manuel Basulto Jiménez by Wikipedia (Historical)