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Conflicto limítrofe entre Bolivia y Perú


Conflicto limítrofe entre Bolivia y Perú


El conflicto limítrofe entre Bolivia y el Perú fue una disputa territorial entre ambos países, como consecuencia de la inexactitud de sus fronteras, especialmente en la región amazónica; desde la separación de las provincias del Alto Perú de España en 1825 hasta la firma del Tratado Polo-Bustamante con el Perú en 1909.

Época colonial

Creación del Virreinato del Perú

El 20 de noviembre de 1542, en Barcelona, el monarca Carlos I de España dispuso, por Real Cédula, la creación de los Virreinatos del Perú y Nueva España. El nuevo virreinato comprendía nominalmente los actuales territorios de las repúblicas de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Panamá, Perú y Uruguay, así como también las regiones oeste y sur de Brasil.[1]​ Simultáneamente, Carlos I creaba la Real Audiencia y Chancillería de la Ciudad de los Reyes:

El 4 de septiembre de 1559, el rey Felipe II creó, como parte del Virreinato del Perú, a la Real Audiencia de Charcas. El virrey Diego López de Zúñiga y Velasco señaló la jurisdicción de esta entidad desde "la dicha ciudad de La Plata con más de cien leguas de tierra alrededor por cada parte". Años después, se le irían integrando nuevos territorios, hasta definirse su territorio "desde el Collao hacia la Ciudad de La Plata".

Creación del Virreinato del Río de la Plata

El 1 de agosto de 1776 se creó, de manera provisional, el virreinato del Río de la Plata, segregando la audiencia de Charcas del virreinato peruano, al mando entonces de Manuel Guirior. En 1777, se le declaró permanente, abarcando los actuales territorios de Argentina, Bolivia, Uruguay, Paraguay, partes del sur de Brasil y el norte de Chile.[2][3]

Real Cédula de 1788

El 3 de mayo de 1788 se creó, por real cédula, la Real Audiencia del Cusco con territorios que correspondían a las Audiencias de Lima y de Charcas, y a ella se le agregaron algunos partidos de la intendencia de Puno.[4]

Real Cédula de 1796

El 1 de febrero de 1796, la Intendencia de Puno pasó a depender del Virreinato del Perú; así también los partidos de Paucarcolla y Chucuito, que hasta entonces correspondían a la Audiencia de Charcas, pasaron a la del Cusco.[4]

Bando del 13 de julio de 1810

Tras estallar la Revolución de Mayo en 1810, el virrey del Perú José Fernando de Abascal ordenó, ante el avance de la Junta de Buenos Aires sobre Córdoba de Tucumán y las Intendencias de La Real Audiencia de Charcas (Chuquisaca ), Potosí y La Paz, en el decreto no se menciona a Oruro y Cochabamba), la anexión provisional de esos territorios al virreinato del Perú, hasta la restitución del virrey rioplatense en la sede (Buenos Aires).

Uti possidetis iure

Tras la abdicación de Carlos IV de España y de su hijo, Fernando VII de España (1808), en favor del emperador Napoleón; se formaron juntas de gobierno en toda la América española. Poco a poco, estas juntas fieles a Fernando VII fueron más radicales en sus ideas y comenzaron a surgir voces que apoyaban firmemente la ruptura con la Península.

Tras la guerra de independencia, se propuso que los países hispanoamericanos emancipados conservasen las antiguas fronteras de las colonias del Imperio español en América. Es decir, que los nuevos estados surgidos tendrían como fronteras las que le corresponderían de las colonias españolas en el año 1810, provisionalmente hasta la existencia de un tratado, alegando el año 1810 como el último de la monarquía española para la posesión legítima de sus dominios americanos.[5]

La independencia

Revolución de Chuquisaca (25 de mayo de 1809)

El 25 de mayo de 1809 se produce en la ciudad de Chuquisaca, perteneciente entonces al Virreinato del Río de la Plata, un levantamiento popular que destituyó al presidente de la Real Audiencia de la ciudad, Ramón García de León y Pizarro, y formó una junta de gobierno. El movimiento, fiel en principio al rey Fernando VII de España, sirvió de marco para el accionar de los sectores radicales que propagaron la rebelión a La Paz, siendo ambas brutalmente reprimidas por las fuerzas españolas.[6]

La revolución de Mayo y las expediciones auxiliadoras al Alto Perú (1810-1817)

Tras la deposición del virrey del Río de la Plata, Baltasar Hidalgo de Cisneros, y la asunción de la Primera Junta, los revolucionarios rioplatenses enviaron varias expediciones al Alto Perú, con el fin de impedir el avance realista sobre el norte de las Provincias Unidas y desalojar a los mismos del virreinato del Perú. Sin embargo, serían un fracaso: los realistas seguirían siendo una amenaza hasta 1825, tras la batalla de Ayacucho y la independencia del Alto Perú.[7]

El Ejército de los Andes y la Expedición Libertadora del Perú

Tras el fracaso de las expediciones al Alto Perú, José de San Martín ideó un plan para independizar el núcleo realista en Sudamérica: el Virreinato del Perú, tras liberar Chile, dirigiéndose por el mar hasta la costa peruana. El 21 de agosto de 1820 se embarcó en Valparaíso la Expedición Libertadora del Perú, arribando a Pisco el 7 de septiembre. Tras el retiro del Ejército realista de Lima, el Ejército Libertador entró a esta ciudad el 9 de julio de 1821.

Independencia del Perú (28 de julio de 1821)

El 15 de julio de 1821, los vecinos notables de Lima firmaron el acta de independencia del Perú, en que proclamaron formalmente su emancipación de la Corona española:

El 28 de julio de 1821, el general José de San Martín en la Plaza Mayor de Lima proclamó la independencia con las siguientes palabras:[8]

Campaña de Ayacucho

A pesar de haber proclamado su independencia, gran parte del territorio correspondiente a la recién fundada República Peruana permanecía bajo dominio realista. Ante el fracaso de las expediciones enviadas para combatir a los españoles, el Congreso peruano invitó a Simón Bolívar, presidente de la Gran Colombia, a consolidar la independencia del Perú. Tras varias batallas, el 9 de diciembre de 1824 los realistas fueron definitivamente derrotados en Ayacucho, siendo capturado el virrey José de la Serna. Pero aún faltaba liberar el Alto Perú, donde aún se mantenía Pedro Antonio Olañeta, general español. Este moriría tras ser abatido en Tumusla, el 2 de abril de 1825.

Independencia de Bolivia (6 de agosto de 1825)

Tras la campaña de Ayacucho, el Alto Perú podría elegir entre pertenecer a la República Peruana o a la Argentina. Finalmente, el 6 de agosto de 1825, el Alto Perú, con todas sus provincias representadas, proclamó su independencia de España, constituyéndose en un nuevo país:

La influencia bolivariana

Tratado de Chuquisaca

En un inicio, Bolívar se opuso a la independencia de Bolivia, intentando mantener su unión política con el Perú.[9]​ Sucre, en cambio, tuvo la idea de concluir cuanto antes un tratado de límites entre ambas naciones, que incluya el puerto de Arica para la nueva república.[10]​ Similar opinión tenía el peruano José Faustino Sánchez Carrión, quien se dirigió al Congreso peruano, para resolver definitivamente los límites entre ambas repúblicas.[11]

El Perú reconoce a Bolivia como nación soberana y envía a su plenipotenciario Ignacio Ortiz de Zevallos.[11]​ El 15 de noviembre de 1826 firmó un tratado con los representantes bolivianos Facundo Infante y Manuel Ureullu. En ese acuerdo, el Perú y Bolivia se comprometían a formar una liga que se llamaría Federación Boliviana. Además, se fijaba la frontera litoral en el río Sama, por lo que el Perú cedía la provincia de Tacna, siendo compensada por la provincia de Apolobamba o Caupolicán, el pueblo de Copacabana y satisfacer la cantidad de 5.000.000 de pesos a los acreedores del Perú:[9][12][13]

El tratado fue ratificado por el congreso boliviano, pero el Gobierno peruano, dirigido por Andrés de Santa Cruz, lo desaprobó.[11][14][15]

Intervención peruana en Bolivia (1828)

El 1 de setiembre de 1826 Bolívar se retiró del Perú. Su influencia en el país acabaría definitivamente el 26 de enero del año siguiente, con la sublevación de las tropas colombianas acantonadas en Lima, que regresarían definitivamente a su patria meses después.

Sin embargo, el Perú veía amenazada su independencia, ante la inminente guerra con la Gran Colombia. Rodeada por su ejército por el norte y por el sur (Bolivia), se encontraba en una situación muy peligrosa. Sin embargo, en el país altiplánico ya sucedían choques con los colombianos. El mismo presidente Sucre sufrió un atentado que lo hirió en la cabeza y en el brazo derecho.

El general peruano Agustín Gamarra y su ejército entraron en Bolivia el 1 de mayo de 1828, con la manifiesta intención de salvar a dicho país de la amenaza de la anarquía y proteger la vida de Sucre, aunque su verdadero motivo era expulsar a los colombianos y poner punto final al predominio bolivariano en dicho país, contando con el apoyo de sectores de la población boliviana. No encontró resistencia y entró triunfante a La Paz.[16]

Tratado de Piquiza

El 6 de julio de 1828, se firmó un tratado entre los generales Agustín Gamarra y José María Pérez de Urdininea, por cual se acordó, entre otras cosas, el retiro de las tropas grancolombianas de Bolivia y la renuncia a la presidencia por parte de Sucre:

Guerra grancolombo-peruana

Tras la caída de Sucre en Bolivia, la Gran Colombia le declaró la guerra al Perú (3 de mayo de 1828). Se sucedieron varios enfrentamientos, que culminaron con la ocupación peruana de Guayaquil[17]​ y termina inconclusa en Portete de Tarqui. Con la firma del tratado de Guayaquil, finalizó el conflicto.

Las negociaciones de límites

Negociaciones Ferreyros-Olañeta

Aún latente el peligro grancolombino, el Perú buscó la alianza con Bolivia y un acuerdo de límites, siendo encomendadas las negociaciones a Mariano Alejo Álvarez en La Paz y Manuel Bartolomé Ferreyros, que tratan a la perfección en las últimas décadas del proceso y de las doce horas que ha estado haciendo desde con Casimiro Olañeta en Arequipa. Fracasaron.[18][19]​ Poco tiempo después, se disolvió la Gran Colombia.

Tratado de Tiquina

Las tensiones entre el Perú y Bolivia aumentaron con las rivalidades entre Gamarra y Santa Cruz, caudillos en ambos países, respectivamente. Con el fracaso de las negociaciones entre Ferreyros y Olañeta, estuvieron a punto de ir a la guerra. Sin embargo, entre el peruano Pedro Antonio de La Torre y el boliviano Miguel María de Aguirre, se logró a llegar a un acuerdo preliminar de paz, en Tiquina (25 de agosto de 1831).[18][20]

Tratado de Arequipa

No obstante el acuerdo de Tiquina, aún existía rivalidad entre ambos caudillos. Sin embargo, gracias a la mediación del plenipotenciario chileno en el Perú Miguel de Zañurtu, fue firmado el 18 de noviembre de 1831 el tratado de Arequipa, con los mismos protagonistas del acuerdo de Tiquina.[20]

En este tratado, se aseguró la paz entre los dos estados y se acordó la reducción del ejército del Perú a 3.000 hombres y el de Bolivia, a 1.600. Ninguno de los dos países intervendría en las cuestiones internas del otro. Los límites serían fijados por una comisión mixta que levantaría el plano de la frontera y determinaría los cambios y compensaciones de territorios que fueran convenidos. Entre tanto, se respetarían los límites actuales.[11][18][19]

Asimismo, se firmó un tratado de comercio, en el cual se aprobó la igualdad de derechos, se declaró libre la navegación en el Lago Titicaca y quedaron exentos algunos artículos necesarios para la industria y la agricultura de ambos países.[20]​ Este último acuerdo fue rechazado por el Congreso boliviano, negociándose uno nuevo, que fue aceptado.[21]

La confederación Perú-Boliviana (1836-1839)

En 1835, numerosas guerras intestinas convirtieron al Perú en un país caótico. El presidente del país, Luis José de Orbegoso, realizó un pacto con el presidente boliviano Andrés de Santa Cruz, para unir las dos repúblicas en una confederación. El nuevo país solamente existió por tres años, hasta que Santa Cruz fue derrotado en los campos de Yungay.

Tratado de Cusco

La cuestión de límites volvería a surgir tras la destrucción de la confederación Perú-Boliviana. El 14 de abril de 1839, se firmó en el Cusco un tratado preliminar de paz, suscrito por el ministro peruano Manuel de Mendiburu y su par boliviano Eusebio Gutiérrez. La demarcación de límites se haría tomando como punto de partida el Desaguadero.[22][23][24]

Guerra entre Perú y Bolivia (1841-1842)

El nuevo presidente del Perú, Agustín Gamarra, intentó anexar Bolivia, objetivo que le costó la vida en Ingavi en 1841. El ejército boliviano, al mando de Ballivián, invadió el sur peruano, desde Moquegua hasta Tarapacá. Fueron expulsados en 1842.

Tratado de Puno

El 7 de junio de 1842, se suscribió un tratado de paz, para poner fin a la guerra entre el Perú y Bolivia. Como mediador sirvió el plenipotenciario chileno Ventura Lavalle. Ambos beligerantes acuerdan dejar en el olvido los motivos de la guerra y se renunció a alguna indemnización. No se discutió algún tema limítrofe.[25]

Tratado de Arequipa

La tensión entre el Perú y Bolivia duraría hasta 1847. Ese año, se llegó a un acuerdo claro de límites (3 de noviembre de 1847). Por parte del Perú, el ministro Domingo Elías; por Bolivia, Miguel María de Aguirre. La frontera se señalaría por una comisión adoptándose por linderos los ríos, lagos, montañas o límites arcifinios. Ambos países se harían las cesiones y compensaciones necesarias de territorios.[24][26][27]

Tratado de Sucre

El 10 de octubre de 1848, por parte del ministro peruano Cipriano Coronel Zegarra y el boliviano Casimiro Olañeta, se firmó un acuerdo en Sucre, revisión del pacto firmado el año anterior. En este, se estipuló que los límites serían los de los antiguos amojonamientos, sin que ninguno de los estados se hiciese cesión o compensación alguna. Los productos de la industria boliviana se extrajeran por el puerto de Arica y las mercaderías que se importaran por este puerto a Bolivia estarían libres de derechos de tránsito.[24][28][29]

Tratado del 23 de octubre de 1851 entre Perú y Brasil

El 23 de octubre de 1851, se firmó una convención fluvial entre la República Peruana, representada por Bartolomé Herrera; y el Imperio del Brasil, por Duarte Da Ponte Ribeyro. En su artículo VIII, se delimitaba el primer tramo de la frontera de ambos países: la línea Apaporis-Tabatinga y el río Yavarí.[30]

La posición boliviana sostenía que este tratado delimitó toda la frontera entre el Perú y Brasil, aceptando implícitamente que el territorio ubicado entre la naciente del Yavarí y la vaguada del Madeira era de su país, sustentándose su tesis posterior de la frontera con el Perú: la línea Yavarí-Inambari.[31]

Por el contrario, la postura peruana afirmaba que el acuerdo de 1851 únicamente definió una parte de la línea divisoria entre su país y Brasil, en los territorios conocidos de la Amazonía, admitiendo que fue un error no completar en ese momento la delimitación, tal como lo señaló su canciller José de la Riva Agüero, al finalizar los trabajos de la comisión peruano-brasileña:[32]

Tratado Ribeyro-Benavente

En 1853, sucedió una crisis entre el Perú y Bolivia: el diplomático peruano Manuel Ortiz de Zevallos fue expulsado por el presidente boliviano Manuel Isidoro Belzú, debido a sus protestas por la circulación de la moneda boliviana p u t en el sur peruano. Ante esto, el Congreso peruano autorizó al presidente José Rufino Echenique a declarar la guerra a Bolivia, ordenando la ocupación del puerto de Cobija. La mediación de Chile y el inicio de la guerra civil peruana impidieron el estallido del conflicto. Sin embargo, la tensión entre ambos países y la ruptura de relaciones diplomáticas continuaría hasta 1863. El 5 de noviembre de ese año, tras varias discusiones se firmó un tratado, entre el canciller peruano Juan Antonio Ribeyro y el plenipotenciario boliviano en Lima, Juan de la Cruz Benavente.

En este tratado, además de tratar la paz y amistad entre ambos pueblos, se acordó nombrar la Comisión que estudiara la carta topográfica de la frontera y se reconocieron por límites los que tenían entonces ambas repúblicas, debiendo subsistir el statu quo, en tanto que los dos países presentaban sus títulos jurídicos. Hasta entonces no se sabía a punto fijo cual era la pretensión limítrofe de cada uno de ellos.[24][33]

Tratado de Ayacucho

En 1863, comenzaron las discusiones limítrofes entre Brasil y Bolivia. Ese año, Costa de Rego Monteiro fue acreditado como ministro brasileño en La Paz, quien propuso por un tratado de límites. Sin embargo, las negociaciones fracasaron. Se reiniciarían en 1867, cuando Felipe Lopes Neto se convirtió en el nuevo plenipotenciario brasileño en Bolivia.

El tratado de amistad, límites, navegación, comercio y extradición, fue firmado por Lopes Neto y Mariano Donato Muñoz (23 de noviembre de 1867). El punto en disputa con el Perú fue la inclusión de los territorios ubicados entre el Yavarí y el Madeira:[34][35]

El ministro de relaciones exteriores del Perú, José Antonio Barrenechea, protestó de este acuerdo ante la cancillería boliviana, formulando las reservas correspondientes.[36][37]

Las comisiones limítrofes, la colonización y el arbitraje

Tratado de Alianza Defensiva

El 6 de febrero de 1873, obra del canciller peruano José de la Riva Agüero y el plenipotenciario boliviano en Lima Juan de la Cruz Benavente, se firmó el tratado de alianza defensiva entre el Perú y Bolivia.

Resolución legislativa peruana del 5 de febrero de 1877

El Congreso peruano emitió una resolución el 5 de febrero de 1877, que declaraba lo siguiente:[38]

Guerra del Pacífico (1879-1883)

El 14 de febrero de 1879, la ciudad boliviana de Antofagasta fue ocupada por tropas chilenas. Bolivia invocó el tratado de 1873 para solicitar la intervención del Perú en el conflicto. Dos meses después, Chile le declaró la guerra al Perú y a Bolivia (5 de abril). Tras sucesivas campañas, la alianza fue disuelta en los campos de Tacna, dejando al Perú sólo con la responsabilidad de la guerra (26 de mayo). La paz entre Chile y el Perú se firmaría en Ancón, el 20 de octubre de 1883.

Tratado del Valle-Carrillo

El 20 de abril de 1886, fue firmado en La Paz un acuerdo preliminar de límites entre el plenipotenciario peruano Manuel María del Valle y el canciller boliviano Juan C. Carrillo. Se estipuló el nombramiento de comisiones demarcadoras. Se mantendrían las fronteras que estuviesen claramente establecidas. Las poblaciones quedarían siempre de parte de la nación a que pertenecían. En los puntos dudosos se recurriría a los títulos; a falta de estos, a la equidad; y en caso de desacuerdo, al arbitraje. Este tratado no se cumplió, al no ser ratificado.[37][39][40]

Colonización boliviana del Purús y el Madre de Dios

El 7 de noviembre de 1891, el Congreso boliviano expidió un decreto que aceptaba la propuesta de José Manuel Pando, de explorar las regiones bañadas por los ríos Tequeje e Inambari sobre los 14° S, además de otorgarle 400 leguas cuadradas en aquella zona; se autorizaba a Alejandro Oporto la construcción de una camino carretero que uniera el Madre de Dios y el Acre; y a Antonio Quijano, la navegación en el Purús y el Madre de Dios y la construcción de un ferrocarril entre ellos.

El ministro peruano en Bolivia Enrique Zevallos y Cisneros protestó en marzo de 1892 de esas concesiones hechas en territorio peruano. Sostuvo que el Tequeje y el Madidi habían constituido el límite antiguo entre el Alto y el Bajo Perú, además de que los actos de dominio que practicase Bolivia en esos territorios no amenguarían los derechos su país. La cancillería boliviana respondió que las concesiones se habían hecho para practicar los estudios geográficos que facilitaran el deslinde, y que, al fijarse en 1874 las nacientes del Yavarí, había quedado terminado el litigio peruano-boliviano.[41][42]

Convención de navegación entre el Perú y Brasil de 1891

El 10 de octubre de 1891, el Perú y Brasil celebraron en Río de Janeiro un tratado, obra del plenipotenciario peruano Guillermo Seoane y el canciller brasileño Justo Leite Chermont. En este acuerdo, se establecía la libre navegación del río Yavarí entre los dos estados, además de otros acuerdos económicos. Sin embargo, Bolivia protestó contra este acuerdo, salvando sus presuntos derechos sobre la margen izquierda del Yavarí.[43]

Establecimiento de aduanas bolivianas en el Madre de Dios y el Purús

El 2 de octubre de 1896 el gobierno de Bolivia decretó el establecimiento de una oficina aduanera en la confluencia del Manu con el Madre de Dios. El congreso dictó una ley ordenando la creación de aduanas sobre el Madre de Dios y el Alto Acre, así como la organización política y aduanera en este último y el Purús.

El canciller peruano Enrique de la Riva Agüero demandó la revocación de estas medidas, opuestas al tratado de 1863, que establecía el statu quo. La respuesta del plenipotenciario boliviano Claudio Pinilla fue alegar los títulos coloniales en esas regiones; es decir, que las regiones de Moxos y Apolobamba, pertenecientes a la Audiencia de Charcas, se extendían hasta el Madeira y el Yavarí. Además, argüía los actos de dominio de Bolivia en esas regiones, practicados con la protesta del Perú.[44]

Tratado Polar-Gómez

La cancillería peruana envió a una misión encomendada a Carlos Rubén Polar, con plenos poderes para negociar un acuerdo de fronteras (1897). Iniciadas las conversaciones entre Polar y el canciller boliviano Manuel María Gómez, se acordó un modus vivendi. La línea trazada comenzaba en el punto donde el meridiano 69 corta el río Purús, siguiendo por este meridiano hasta San Francisco en el Acre, bajaba hasta Palmares en el Madre de Dios, volvía hacia el este hasta la intersección del paralelo 13 hasta el meridiano 69, continuaba por ese meridiano hasta encontrar el Tequeje o el paralelo que corresponde a sus orígenes, y de allí hasta los límites actuales. Sin embargo, la cancillería peruana lo rechazó, por considerarlo perjudicial para los intereses de su país.[45][46]

Negociaciones Riva Agüero-Pinilla

El canciller peruano Enrique de la Riva Agüero entregó al plenipotenciario boliviano Claudio Pinilla una propuesta sobre las bases de una comisión mixta de estudios, negociaciones directas y arbitraje de España en caso de desacuerdo (abril de 1898). Sin embargo, el proyecto federalista en Bolivia interrumpió esta negociación, quedando sin efecto la fórmula Riva-Agüero.[47]

Tratados Osma-Villazón

Tras el fracaso de la misión Polar, el plenipotenciario peruano Felipe de Osma y Pardo y el canciller boliviano Eliodoro Villazón suscribieron dos acuerdos el 23 y el 30 de septiembre de 1902, sobre demarcación y arbitraje en la cuestión de límites. La frontera peruano-boliviana se dividió dos zonas: una fluvial y otra terrestre. Una comisión demarcadora debía fijar los hitos de la frontera de la zona terrestre, comprendida desde los territorios peruanos ocupados en ese momento por Chile hasta el río Suches. Sobre esta zona no había casi ninguna discusión, pues eran límites conocidos tradicionalmente. Por el tratado de arbitraje, se sometió a la decisión del gobierno argentino a quien debían pertenecer los territorios de la zona fluvial, de conformidad con las disposiciones y los títulos emanados del poder español, vigentes en 1810.[48][49]

Tratado de Petrópolis

Mientras el gobierno argentino analizaba los títulos del Perú y Bolivia, el gobierno de este último país firmó un tratado con Brasil, para fijar los límites entre los dos países. Por este acuerdo, Bolivia cedía 191.000 km² de territorio litigioso con el Perú.[50]

El arbitraje argentino

Conforme al tratado de 1902, ambas partes solicitaron el arbitraje de la República Argentina. Según la defensa boliviana, la línea limítrofe debía ser:

La defensa peruana sintetizó su demanda en los siguientes términos, escritos por Víctor M. Maúrtua:

El 9 de julio de 1909, el presidente argentino, José Figueroa Alcorta, emitió su laudo arbitral:[51]

La publicación de la sentencia arbitral dio lugar en Bolivia, a manifestaciones en contra de la República Argentina y del Perú. Al mismo tiempo, la cancillería boliviana estaba dispuesta a no aceptar el fallo, presentó observaciones al árbitro, alegando que este no había resuelto la cuestión conforme a los principios de derecho convenidos, sino conforme a la equidad. Entonces, Argentina rompió sus relaciones diplomáticas.[49]​ Asimismo, el Perú y Bolivia estuvieron a punto de entrar en guerra.

Ambos países se entendieron directamente, y en 1909 se firmó el tratado por el cual Bolivia reconocía la soberanía peruana sobre unos 250 000 km² ubicados en la cuenca del río Madre de Dios y el río Purús en la Amazonia,[52]​ a cambio el Perú reconoció la soberanía boliviana sobre la zona de la región del Acre situada al sur del río homónimo, que comprende 91 726 km².[53]

Tratado Polo-Bustamante

El Perú estaba dispuesto a cumplir el laudo y a poner fin a su diferendo de límites con Bolivia, convino a firmar un acuerdo de ejecución de fallo, en que se estipulaban algunos canjes de territorio en los territorios adjudicados por el árbitro a ambas partes.[54]

El 17 de septiembre de 1909, el tratado fue firmado entre el ministro plenipotenciario del Perú, doctor Solón Polo, y el canciller boliviano, Daniel Sánchez-Bustamante.

Referencias

Bibliografía

  • Angulo Puente Arnao, Juan (1927). Historia de los límites del Perú. Intendencia General de la Guerra. 
  • Basadre Grohmann, Jorge (2005). Empresa Editora El Comercio S. A, ed. Historia de la República del Perú (1822-1933). ISBN 9972-205-62-2. 
  • Castelar y Cobián, Emilio (1902). Nuestros límites con la República de Bolivia. Librería escolar e Imprenta de E. Moreno. 
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  • Min. de Relaciones Exteriores de Bolivia (1909). El arbitraje entre las repúblicas de Bolivia y del Perú. Imprenta Artística. 
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  • Tudela, Francisco (1909). La cuestión de límites entre el Perú y Bolivia. Tipografía de El Lucero. 
  • Zarco, José (1897). Sociedad Geográfica de La Paz, ed. Cuestión de límites entre Bolivia y el Perú. Impresora y Litografía Bolivianas. 

Enlaces externos

  • Frontera entre Perú y Bolivia

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