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Justicia climática


Justicia climática


Justicia climática es un término utilizado para denominar al calentamiento global como un problema ético y político, más allá de solo un problema ambiental o físico en la naturaleza. Esto se hace relacionando los efectos del cambio climático con conceptos de justicia, particularmente justicia ambiental y justicia social, y examinando problemáticas tales como igualdad, los derechos humanos, los derechos colectivos y la responsabilidad histórica por el cambio climático. Un problema fundamental de la justicia climática es que aquellos menos responsables del cambio climático son quienes sufren sus peores consecuencias.[1][2][3]​ En ocasiones, este término se utiliza para hacer referencia a una acción legal actual en materia de cambio climático.[4]

Historia del término

En el 2000, mientras se llevaba a cabo la Sexta Conferencia de las Partes (COP 6), también tuvo lugar la primera cumbre de la justicia climática en La Haya. Esta cumbre buscaba afirmar que el cambio climático es una cuestión de derechos, y también de formar alianzas más allá de los estados y fronteras, en contra del cambio climático y a favor del desarrollo sostenible.[6]

Más tarde, en agosto-septiembre del 2002, grupos medio-ambientalistas internacionales se reunieron en Johannesburgo para la Cumbre de la Tierra.[7]​ o también conocida como Río+10. Esta cumbre se llevó a cabo 10 años después de la Cumbre de la Tierra de 1992, en la cual se adoptaron los Principios de justicia climática de Bali .[8]

En 2004, se creó el Grupo Durban por la justicia climática en el encuentro internacional de Durban, Sudáfrica. Fue aquí, que representantes de ONG y movimientos populares discutieron políticas realistas para enfrentar el cambio climático.[9]

En la Conferencia de Bali de 2007, fue fundada la coalición global Climate Justice Now!, y, en 2008, en la reunión inaugural de Ginebra, el Foro humanitario global enfocó su atención en la justicia climática.[10]

En 2009, se creó la red de Climate Justice Action, justo en el período previo a la Cumbre de Copenhague.[11]​ Durante la cumbre, se discutió sobre la desobediencia civil y la acción directa, y muchos activistas climáticos utilizaron el lema de "cambio del sistema y no climático”.[12]

En abril de 2010, tuvo lugar la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Tiquipaya, Bolivia. Fue organizada por el gobierno de Bolivia con la intención de reunir a los gobiernos y la sociedad civil. En esta conferencia se publicó un “Acuerdo de los Pueblos” que, entre otras cosas, busca promover una mayor justicia climática.[13]

Aspectos y consideraciones

La capacidad de las poblaciones para aminorar y adaptarse a las consecuencias negativas del cambio climático están determinadas por factores como: el ingreso, raza, la clase, el género, capital y representación política.[14]​ Cuantos menos recursos tengan para adaptarse las comunidades, se vuelven más vulnerables al cambio climático.[14][15]​ La gente que vive en la pobreza o en circunstancias precarias no suele tener los recursos ni la cobertura de seguro necesaria para recuperarse de algún desastre medioambiental. Así mismo, muchas de estas poblaciones reciben un reparto desigual de las operaciones de socorro, y una escasa asistencia para la recuperación.[14]

Desproporcionalidad entre causalidad y carga

La responsabilidad por el cambio climático antropogénico difiere sustancialmente entre individuos y grupos. Los estudios encuentran que los ciudadanos más prósperos del mundo son responsables de la mayoría de los impactos ambientales, y es necesaria una acción enérgica por parte de ellos para las perspectivas de avanzar hacia condiciones ambientales más seguras.[16][17]

Según un informe de 2020 de Oxfam y el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo,[18][19]​ el 1% más rico de la población mundial ha causado el doble de emisiones de carbono que el 50% más pobre durante los 25 años desde 1990 hasta 2015.[20][21]​ Esto fue, respectivamente, durante ese período, el 15% de las emisiones acumuladas en comparación con el 7%.[22]

La mitad inferior de la población es directamente responsable de menos del 20 % de la huella energética y consume menos que el 5 % superior en términos de energía corregida por el comercio. Las personas de altos ingresos suelen tener una huella energética más alta, ya que utilizan de manera desproporcionada sus recursos financieros más grandes, que generalmente pueden gastar libremente en su totalidad para cualquier propósito, siempre que la compra del usuario final sea legal, para bienes intensivos en energía. En particular, se identificó la mayor desproporcionalidad en el dominio del transporte, donde, p. el 10% superior consume el 56% del combustible para vehículos y realiza el 70% de las compras de vehículos.[23]

Para agravar el problema de la injusticia por una causalidad desproporcionada, muchas de las personas y naciones más afectadas por el cambio climático se encuentran entre las menos responsables. Un estudio proyectó que, dependiendo de los escenarios, las regiones habitadas por 1 a 3 mil millones de personas podrían volverse tan calientes como las partes más calientes del Sahara (una temperatura máxima anual de >29 °C) dentro de 50 años si no hay cambios en los patrones de crecimiento de la población, el cambio climático no se limita a menos de 1,5 °C y estas personas no migran. Encontró que la mayoría de estas regiones afectadas tienen poca capacidad de adaptación a partir de 2020.[24][25]​ Uno de los problemas podría ser el aumento de la severidad de las sequías en todo el mundo.[26]

Responsabilidad y causas

Si bien las empresas de combustibles fósiles a menudo son responsables del cambio climático antropogénico,[27][28]​ su influencia y efectos negativos en el medio ambiente pueden deberse principalmente a varios factores:

  • consumidores que compran combustibles fósiles y bienes producidos con combustibles fósiles
  • estructuras que distribuyen poder y riqueza a las empresas de combustibles fósiles
  • falta de inversión pública y privada contemporánea en el desarrollo sostenible
  • falta de alternativas (por ejemplo, infraestructura de transporte público y redes avanzadas de energía sostenible)
  • falta de políticas que reduzcan el consumo de combustibles fósiles o sus efectos nocivos
  • falta de desarrollo de cambios (por ejemplo, eco-tarifas, nuevos diseños socioeconómicos, cambios en subsidios y asignaciones financieras, certificaciones de sostenibilidad)

Muchas políticas (y esfuerzos privados contemporáneos, como los voluntarios de multimillonarios o administradores de activos)[29]​ a menudo pueden tener efectos ambientales positivos sustanciales bien intencionados. Pero esto puede equivaler a (o tener el propósito de) lavado verde o ecoblanqueo. O pueden no alcanzar los objetivos y las políticas climáticas, ya que la política a menudo se basa en el compromiso de todas las partes.[30][31][32]

Impactos desproporcionados en grupos desfavorecidos

Equidad intergeneracional

Migrantes climáticos

Respuestas para mejorar la justicia climática

Ya en el presente y con base en las leyes existentes, algunas partes relevantes pueden verse obligadas a actuar (en el grado de rendición de cuentas, capacidades de control y aplicación de la ley y evaluaciones de viabilidad) por medio de los tribunales. En 2019, el Tribunal Supremo de los Países Bajos confirmó que el gobierno debe reducir aún más las emisiones de dióxido de carbono, ya que el cambio climático amenaza los derechos humanos de los ciudadanos.[48]

Principios comunes de justicia en el reparto de la carga

Hay tres principios comunes de justicia en el reparto de la carga que se pueden utilizar en la toma de decisiones relacionadas con quién soporta la mayor carga del cambio climático a nivel mundial y nacional: a) los que más causaron el problema, b) los que tienen la mayor capacidad de carga, c) aquellos que más se han beneficiado de las actividades que causan el cambio climático.[49]​ Otro método de decisión parte del objetivo de prevenir el cambio climático y, a partir de ahí, pensar quién debe hacer qué.[50]​ Esto hace uso de los principios de justicia en el reparto de la carga para mantener la equidad.

Un ejemplo de cómo el concepto de justicia climática es relevante para las políticas y la sociedad es el problema de determinar qué tan rápido debe ser la eliminación de la extracción de combustibles fósiles o qué tan grande debe ser la cantidad de combustibles fósiles no extraíbles en un país. Otro ejemplo es el grado en que aquellas que son consideradas las principales causas del problema del cambio climático deberían estar habilitadas y permitirles mantener su riqueza y poder. Por ejemplo, algunas de las empresas de combustibles fósiles que invierten libremente en energías renovables para transformarse lentamente en empresas de energía renovable.[51][52][53]

Litigio climático

Protestas por justicia climática

Políticas hacia la justicia climática

Derechos humanos

Controversias

Una cuestión polémica en debates sobre la justicia climática es el capitalismo, puesto que se le ve como la causa raíz. Esto conduce con frecuencia a desacuerdos fundamentales, por un lado, entre grupos medioambientalistas liberales y conservadores y, por otro, a izquierdistas y organizaciones radicales.[cita requerida] Mientras el primero normalmente suele señalar los excesos por parte del neoliberalismo que afectan el cambio climático y argumentan a favor de la reforma basada en el mercado, la problemática central subyacente son los rasgos de explotación del capitalismo.[72][73]

Caso de estudio: huracán Katrina

De acuerdo con un estudio, el huracán Katrina fue una prueba contundente de cómo los desastres provocados por el cambio climático afectan a las personas en magnitudes diferentes,[14]​ ya que tuvo un efecto desproporcionado sobre grupos de bajos ingresos y minorías.[14]​ Un estudio sobre las dimensiones de la clase y alcance del huracán Katrina reveló que aquellos más vulnerables a este incluye a gente pobre, negra, morena, ancianos, enfermos y gente sin hogar.[74]​ Las comunidades de bajos ingresos y negras cuentan con pocos recursos y una limitada movilidad para evacuar antes de una tormenta.[75][76]​ De igual forma, después de un huracán, las comunidades con bajos ingresos fueron las más afectadas por la contaminación,[14]​ y esto se empeoró debido al hecho de que las medidas de ayuda del gobierno no lograron asistir adecuadamente a las personas con mayor riesgo.[15][74]

Véase también

  • Antropoceno
  • Cumbre de la Tierra
  • Democracia deliberativa
  • Deuda ecológica
  • Ecología
  • Ética de la población
  • Justicia social
  • Racismo medioambiental

Referencias

Otras lecturas

  • Bali Principles of Climate Justice
  • Institute for International Integration Studies
  • Space for Movement? Reflections from Bolivia on climate justice, social movements and the state, PDF, edited by Building Bridges collective, July 2010, ISBN 978 0 85316 294 0
  • Climate Change and Justice: On the road to Copenhagen, PDF, Heinrich Böll Foundation, Berlín 2009
  • Broome, J. (2006). «Valuing policies in response to climate change: some ethical issues». HM Treasury. Archivado desde el original el 15 de octubre de 2009. Consultado el 28 de agosto de 2009. 
  • Africa Speaks up on Climate Change, PDF, Heinrich Böll Foundation, Nairobi 2007
  • FOE Australia Climate Justice Position Paper, December 16, 2006
  • Vandana Shiva - 2005, Earth Democracy; Justice, Sustainability, and Peace, South End Press, ISBN 0-89608-745-X
  • Geoffrey Pleyers, Climate Justice in the global age: a social movement perspective, ISA-Sage, 2015

Text submitted to CC-BY-SA license. Source: Justicia climática by Wikipedia (Historical)