![César Fernández García César Fernández García](/modules/owlapps_apps/img/errorimg.png)
César Fernández García (Madrid, 1967) es un escritor español. Destaca especialmente en los géneros de thriller psicológico, metaficción, novela de terror y de literatura infantil y juvenil. Sus novelas y cuentos han sido traducidos a varios idiomas, entre los que se incluyen el francés, turco, coreano, alemán y hebreo.[1][2]
César Fernández García nació en Madrid en 1967. Autor de obras encuadrables dentro de los géneros de thriller psicológico, metaficción, novela de terror y de literatura infantil y juvenil.[3] Compagina la docencia universitaria como profesor de Literatura en la Universidad Rey Juan Carlos[4] con su labor como novelista.[5][6] Hasta la fecha ha publicado más de treinta obras,[7][8] entre las que destacan por la buena acogida de la crítica No digas que estás solo (Lista de Honor del premio CCEI 2010), Ellos (Premio Ciudad Jaén 2009) y La última bruja de Trasmoz (Premio La Galera 2009). En el prólogo a su novela Donde vive el miedo defiende que: "en la realidad más cercana late lo más asombroso y fantástico".[9]
Imparte charlas sobre Literatura y Escritura Creativa en Universidades, bibliotecas, clubes de lectura, colegios e institutos.[10][11][12][13][14][15][16][17] De estos mismos temas escribe artículos y es entrevistado en revistas especializadas.[18]
Aunque con la constante pretensión de "conducir los sentidos hacia los aspectos que trascienden lo aparente",[19] su obra abarca variados géneros y temas literarios.[20] Ha escrito novelas de fantasía como El bibliobús mágico (editorial Brief) o El rugido de la vida (Edebé (editorial)).[21] Novelas de misterio como Bárbara y el misterio de Ariadna (editorial Bruño), La visita del vampiro (editorial Siruela),[22] Los extraños vecinos del bajo B (editorial Bruño) o Donde vive el miedo (Editorial Bruño). Novelas de terror como El e-mail del mal (editorial Alfaguara).[23] Cuentos infantiles como No, no y no (editorial Bambú), La oreja de Pompón (editorial Bruño), Un hogar para Dog (editorial Bambú) y Sácame de aquí (editorial San Pablo).[24] Novelas intimistas como La magia del samurái (editorial Bruño).[25] Novelas de denuncia social como La camiseta de Óscar (editorial Bambú).[26] Ficciones encuadrables dentro del género de aventuras son El desafío de la leyenda (editorial Brief)[27] y El hijo del ladrón (editorial Bruño). En dicho género de aventuras, los protagonistas suelen encaminarse tanto a una búsqueda exterior como a una indagación de determinados aspectos de su propio mundo interno.[28] Desde esta perspectiva, al final de la distopía que presenta La isla de la televisión, el joven protagonista halla significado a la enseñanza de su padre - un pintor ya fallecido - sobre la necesidad de cerrar los ojos para comprender el mundo, comprenderse a sí mismo y, por supuesto, crear originales obras pictóricas.[29]
Mediante la presentación de la razón frente a lo inexplicable, toda su literatura refleja un intento por esculpir la realidad deforme hasta otorgarle un sentido.[30] En sus novelas se desarrolla un tema secundario que, a la sombra de un argumento más evidente, va imponiéndose poco a poco.[31] Según la revista Leer en su número de junio de 2005 en la página 48: "César Fernández García ha logrado crear una voz infantil fresca, osada, ingenua, ligeramente irónica", si bien el sentido discurre bajo la expresión explícita.[32][33] La revista Educación y biblioteca en su número 149 del año 2005, al comentar La visita del vampiro, recoge otro tema al que alude con cierta frecuencia este autor en concreto y la literatura infantil en general: "la incomunicación entre adultos y niños".[34] Sus obras, sembradas de símbolos que implican distintos niveles de comprensión, ofrecen la posibilidad de ejercer la lectura como un ejercicio de desenmascaramiento que también apela a la imaginación.[35] De toda su producción se desprende un cierto optimismo humanístico donde la vida, bien entendida, es asombrosa.[36] Precisamente, su novela Bajo control apunta a que el milagro de la vida requiere que sea una aventura, donde no es posible ni deseable un control absoluto de los mecanismos que la hacen deslizarse en libertad.[37]
La intriga que no deja de crecer y la reflexión sobre los grandes temas aparecen en cada una de sus ficciones.[38] Así, en La última bruja de Trasmoz (Premio La Galera 2009) indaga sobre lo que hay de mortal e inmortal en la vida de los hombres.[39][40] En Ellos (Premio Ciudad Jaén de Literatura Juvenil 2009) cuestiona las fronteras que, hasta ahora, se han establecido para la identidad del ser humano.[41] La pervivencia del pasado, entendido como un prólogo del presente, es el eje temático que sostiene No digas que estás solo (Bruño, 2009)[42] y Las sirenas del alma (Algar, 2009).[43]
La mente humana, como exponente de la profundidad del ser humano[44] y como fuente y ámbito de libertad y felicidad – en la línea de la moderna Psicología cognitiva o de las enseñanzas de autores de la Antigüedad como Epícteto –, es un tema recurrente en este autor.[45] En su thriller psicológico La niebla que te envuelve,[46] subyace al discurrir narrativo esta defensa de que no son las circunstancias externas, sino la adecuada forma de descodificar la realidad, la responsable de la dicha o de la tristeza vital.[47][48]
Owlapps.net - since 2012 - Les chouettes applications du hibou